LIGERA COMO UNA PLUMA, TIESA COMO UNA TABLA



Con obra de Cecil Bolaños, Milena Pafundi, Cristina Brambilia, CNCPCN (Concepción Huerta), Gisela Guzmán, NAERLOT (Itzel Noyz), Fabiola Larios, Laura Luna Castillo y UltraChina (Valeria Vicente y Irinea Bumbilia)

Curaduría por Doreen A. Ríos para Festival HelloWorld

Museo de las Culturas de Mundo, Ciudad de México

24 de mayo - 2 de junio 2019

 
 

“Esos fueron los buenos tiempos, cuando todas estábamos en el mar. Parece que fue ayer. Especies, sexo, raza, clase: en aquellos días esto significaba nada en absoluto. Sin padres, sin hijos, solo nosotras mismas, cadenas de hermanas inseparables, cálidas y húmedas, indistinguibles una de la otra, gloriosamente indiscriminadas, promiscuas y fusionadas. Sin generaciones. Sin futuro, sin pasado.” (Plant, 1997)


Desde la cultura popular de los 90’s, pasando por la noción de hermandad entre mujeres con respecto a las cuestiones sociales de género y los estudios actuales que retoman a los conjuros y poder colectivo como elementos centrales de la creación femenina, el concepto de ritual apunta a una serie de estructuras bajo las que la producción artística actual se ha desarrollado, específicamente, en temas que se enlazan con la tecnología.

 
 

Dentro de las redes creadas entre humano y máquina, existe una traducción primordialmente ritualista que entabla una conexión capaz de generar una serie de experiencias que se extienden más allá del plano físico para conectar con el plano virtual. Esta exposición, que retoma un conjuro que se popularizó en la película “Jóvenes Brujas”, entiende al ritual desde su capacidad de conectar con dimensiones paralelas, así como de sobreponerse en los planos de cotidianidad dentro de los que configuramos nuestras memorias.

 
 

Rituales de sanación, rituales de belleza, rituales de transformación y de reconfiguración; aquellos que van más allá del individuo y que, a través de la colectividad, se activan para producir una mezcla energética capaz de permear todo.

El cuerpo de obra de las artistas que conforman esta exposición colectiva trabaja con una serie de puntos que se unen en áreas específicas que van desde la memoria hasta la identidad y que se juntan en el uso de la tecnología como una extensión de sus cuerpos para, a través de rituales específicos, revelar partes de su intimidad.