Semana 191.1_Historical Amnesia

Historical Amnesia

Château de Lantheuil x Léa Porré

curaduría por Eugenia Durandy de Naurois-Turgot

 
 

I repeat, I said the King is Back.

The King is Back in France.

Louis XX triumphed last night.

The throne is restored.

Maybe it was all a dream.

But I swear I felt it last night. I could hear his partisans claming his victory, chanting his return.

I felt whole, complete, at last.

My King was Back.

Maybe it was all a dream.

But I swear, I felt it last night.

‘How likely is such a disaster? Not unlikely as you might think.’

 
 

Historical Amnesia explora la historia francesa en relación con la política contemporánea. El pasado real, ya sea tabú o burla, odiado o amado, muestra la ambivalencia del pueblo francés hacia su historia.

Al combinar códigos contemporáneos y simbolismo real, las obras muestran una sátira cómica de la monarquía francesa que refleja lo absurdo de la política actual. A través de videos, esculturas, instalaciones, textos y piezas de sonido, este universo inmersivo invita a la audiencia a un mundo familiar y misterioso, que cuestiona nuestra relación con la realidad.

Entre las obras instaladas en el Castillo, "LE ROI EST MORT VIVE LE ROI" articula la fractura de la concordia del pueblo francés con su pasado y su monarquía, expresada a través del molde de yeso roto como un rastro evidente de un pasado violento.

"error. Genocide Vendée?” Utilice el medio tapiz de una concepción digital, para criticar la subjetividad de la historia, como una frontera a la realidad.

 
 

"Louis XX para 2020, el Rey está de vuelta. promo "explora el" no evento "del regreso del rey en Francia; examina un sistema pasado desde un dispositivo actual de representación. Aquí, el regreso del rey se negocia como un evento amigable con los medios. De hecho, Luis XX aparece en los titulares de las noticias, que continuamente anuncia su regreso ficticio. Pero este retorno es solo un eslogan y atestigua la disfunción colectiva de la política contemporánea, criticando un desajuste debilitante entre los pueblos y el poder.

Lejos de apuntar hacia un renacimiento, esta exposición desencadena una reflexión que, del pasado al futuro, nos lleva a un viaje más allá de la amnesia colectiva. Esta postura crítica podría irritar por su exceso de simbología, pero nos recuerda nuestra sumisión a este sistema de comunicación de masas.

De hecho, el regreso de la monarquía pasa por la comercialización del pretendiente al trono, Louis XX, desde banderas promocionales que adornan Fleur de Lys hasta carteles con el eslogan "Louis XX for 2020". La naturaleza cómica y burlona del movimiento se revela a través de esta repetición obsesiva de eslóganes y símbolos: "¿Ha vuelto el rey?".

(Gracias por visitar la tienda de regalos)

 
 

En la sala Luis XVI, aunque no se instala ningún trabajo físico, se puede escuchar el último discurso del rey antes de su muerte. En otros salones históricos, "Cómo ser un buen monárquico" se compone de múltiples intervenciones que exploran la tensión entre el fanático y el objeto adorado. Este realismo llevado al extremo explora cómo los coleccionables enmarcan nuestra relación con lo que se considera sagrado, desde los ambientadores de automóviles, hasta las vidrieras de la Flor de Lis y las figuras reales.

La amnesia histórica permite un pico en los márgenes de la sociedad; un realismo que cuestiona su propia relevancia en el espectro político actual y sirve como espejo para (el resto de) la sociedad y para nuestras profundidades internas. Esta figura realista, al mismo tiempo sin sentido y dramática, no deja de hacerse eco de la reciente agitación política de 2018-2019, donde el individuo marginado era más irreprimible que decisivo. A través de la tensión hiperreal de las obras, en un momento en que el caos es omnipresente, entre desastres, la Amnesia Histórica insta al visitante a dar un paso crítico hacia atrás y contemplar el borde del abismo.

La radiante historia del espacio acentúa la tensión entre lo real y lo irreal, el pasado y el presente, a medida que las obras se mezclan con la arquitectura de este monumento viviente.

 

La exposición combina instalaciones digitales y a gran escala, así como intervenciones casi imperceptibles con recuerdos históricos. Se invita al espectador a perderse en esta experiencia desconcertante donde el contraste entre el contexto histórico y real del espacio y las obras hiperrealistas de Léa Porré forman una historia alternativa.

Eugenia Durandy de Naurois-Turgot

 
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