Semana 201_2 Remote

Remote

con obra de Amélia Toledo, Diogo Evangelista, João Loureiro, Iran do Espirito Santo, Inês Norton, Marilá Dardot, Marcius Galan, Marcelo Cidade, Paulo Arraiano y Vivian Caccuri

Basement, un proyecto de Pedro Batista

55SP en Esqina

Rua da Madalena 195, Lisboa

Remote aborda el control y la distancia, lo político y lo antropológico entre continentes que, aunque físicamente distantes, viven preocupaciones similares ante una nueva realidad planetaria y el reflejo de la aceleración exponencial de lo digital. Vivimos en un contexto de caos social y político donde el consumo excesivo nos aleja cada vez más de la pluralidad de hábitos.

¿Qué es intrínsecamente humano y hasta qué punto puede sobrevivir la humanidad tecnológica? Nuevas interpretaciones de cómo podemos relacionarnos, reordenar espacios. "Necesitamos ser críticos con esta idea de humanidad homogénea", dice Ailton Krenak, un líder indígena, ambientalista y escritor.

Una vez guiados por estrellas, gran parte de la humanidad ahora está gobernada por satélites artificiales, que dictan y controlan el nuevo Norte a través de GPS. La cuarta revolución industrial, (Klaus Schwab) marcada por la convergencia de las tecnologías digitales (físicas y biológicas) contribuye a lo que previamente consideramos ficción para transitar exponencialmente los hechos científicos, surgiendo nuevas preguntas filosóficas, utopías, distopías, choques sociales derivados de la evolución antropológica. , que a velocidad de deslizamiento uno intenta adaptarse a una nueva matriz.

Las ideologías y los continentes se separan, los seres humanos se distancian de la materia natural o del paisaje y, a su vez, de su propia esencia. A través de la fascinación por las prótesis o emuladores nuevos, desarrolla capas de realidad aparente, posibles formas de felicidad en un momento en que nos convertimos en una audiencia de nosotros mismos, consumiéndonos como marca o producto, disfrutando de la ilusión y el escapismo de una sociedad post-emocional. Los procesos de gentrificación, nomadismo y refugio se generan debido a la inestabilidad social o climática y, ausente de la huella de carbono de las generaciones anteriores en la piel del organismo vivo que habitamos, caminamos en la ilusión de buscar nuevas deidades tecnológicas, espiritualidad digital, inmortalidad o superconocimiento.

Por lo tanto, nos desplazamos o hacemos múltiples tareas emocionalmente, e incluso podemos llegar al momento de la decisión de lo que es máquina o humano, el resultado de la existencia de nuevas especies híbridas, máquinas biológicas que pueden convivir o incluso controlar y establecer nuevas reglas en lo que consideramos hoy realidad.

Estas urgencias impregnan el universo de los artistas presentes en este diálogo intercontinental que, a pesar de la lejanía geográfica, convergen en un momento de cuestionamiento planetario.