Semana 328_1 Hypersensibilité
Hypersensibilité
con obra de Floryan Varennes
en Galerie Maëlle
05.06 – 16.07.2022
Romainville/Paris, Francia
Refiriéndose a los sentidos o a las emociones, la hipersensibilidad hace referencia a estados extremos del cuerpo -ya sean positivos o negativos-, una intensidad que se encuentra en las obras de Floryan Varennes, hechas de contrastes entre materiales, formas y conceptos. Para el artista que eligió nombrar su primera exposición individual en la Maëlle Galerie, Hypersensibilité (Hipersensibilidad), este estado es sobre todo una apertura hacia los demás, posibilitada por una receptividad exacerbada y puesta al servicio de la compasión y la ayuda mutua. Así es como nos recibe la Matriarche en la exposición, una entidad futurista suspendida en el espacio, cuyo aire amenazante sólo es igualado por su papel tutelar: realizada mediante el ensamblaje de PVC e instrumentos médicos, evoca también las formas de una armadura medieval remachada. Diosa de los cuidados, la Matriarca es a la vez curativa y protectora: nos vigila.
Desde los conocimientos fitoterapéuticos ancestrales hasta las (bio)tecnologías médicas contemporáneas, Floryan Varennes explora los cuidados abrazando toda su ambigüedad. In Extremis es un ramo de lavanda seca sujeto por una cadena de acero, que es como Andrómeda salvada por Perseo: se salva a duras penas de un final fatal. Remedio natural con múltiples virtudes, la friabilidad de la planta y la evanescencia de su fragancia están en tensión con la rigidez y la solidez de la cadena que parece estrangularla, al mismo tiempo que es necesaria. Del mismo modo, con Jouvence, un conjunto de dos minervas adornadas con perlas, la fuente de la inmortalidad se vuelve ortotécnica, sugiriendo el vínculo entre la preservación de la vida y la coerción de los cuerpos. Difuminando la supuesta frontera entre la finalidad benévola de los cuidados y las coacciones intrínsecas a su orquestación, el artista opta por situar la atención prestada a los demás y a uno mismo dentro de una red de fuerzas, fuerzas que hay que activar o contra las que a veces hay que protegerse.
Pero si la atención -en el sentido médico- y el cuidado -del otro como de uno mismo- están en el centro de las preocupaciones de Floryan Varennes, es sin olvidar la dimensión de la fragilidad que estas nociones cubren. La vulnerabilidad precede al tratamiento y la protección, y las acciones de (auto)cuidado y (auto)protección pueden romperse en cualquier momento si no se dan las condiciones para su realización. El artista pone de manifiesto esta fragilidad inherente al cuidado utilizando materiales transparentes como el polímero y, sobre todo, el vidrio, que emplea en una serie de armas de inspiración medieval: Flirt, Assag, Fin'Amor y Oblivion. Evocando una sucesión de estados del amor, desde el encuentro hasta la ruptura, refleja la fuerza del sentimiento que te golpea, te atraviesa, te despedaza y te noquea, pero también su precariedad, ya que el cristal puede romperse en cualquier momento, como podría hacerlo un corazón.
Inspirado en una Edad Media cortesana y marcial, y atrapado en un futuro cercano tecno-médico, Floryan Varennes esboza las potencialidades de una era futura. Una era que llevaría la solicitud en estandartes, los de Sursum Corda, un desfile de estandartes iridiscentes que se despliegan desde el suelo en un movimiento ascendente. Como líder de una guerra sin violencia, el artista nos guía ardientemente en esta elevación simbólica, la de nuestro corazón, en sintonía consigo mismo y con el de los demás: nos muestra que otro mundo es posible, que otro mundo es sensible.
Navegando entre la fantasía y la ciencia ficción, da forma a esta utopía en Mirari - A life relieved, un vídeo realizado en colaboración con Harriet Davey e Imogen Davey en el que se representa a sí mismo como un avatar elfo, durmiendo plácidamente en un paisaje de cenizas, con el cuerpo desnudo y una armadura de cristal como única protección. Solo y vulnerable en el infinito digital, su voz metálica entona un salmo que invita a la introspección, a la aceptación de las sensaciones y emociones, a su sublimación. A continuación, captamos la dimensión de autorretrato de la obra: tras la virtualidad de la escena, el artista levanta en realidad el velo de su poesis impulsada por la hipersensibilidad, un movimiento del yo hacia los demás. Nos permite ver y sentir las posibilidades que posibilita el estado de hipersensibilidad, que celebra en esta exposición como una emergencia salvadora para nuestra humanidad. "Abraza estas entrañas. Esta fortaleza infinita: es para ti".
Kévin Bideaux
Otro mundo es sensible
Investigador en artes y en estudios de género