Semana 380_1 Lingering Bodies/Cuerpos Persistentes
Lingering Bodies/Cuerpos Persistentes
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Lingering Bodies/Cuerpos Persistentes 〰️
con obra de BraveNewwWorld, un proyecto web y un grupo artístico transdisciplinar de colaboración (Juan Ferrari, Brandy Butler, Carlos Laviña, Juan Goyret, Tarek Lakhrissi, Ivy Monteiro, Mentah, Legion SEVEN y Matthias Paulus)
co-curaduria de BraveNewwWorld, MSD (Daniela Gutiérrez-González y Sebastián Mira) , y Tatiana Rais
Lingering Bodies/Cuerpos Persistentes —caos y carne digital— presenta el cuerpo de trabajo de BraveNewwWorld, un colectivo y videojuego online, en relación con la obra instalativa La Carne, del artista Pablo Baresch y en comunicación con algunes de les agentes y colectivos que componen las actividades de Espacio Comunal.
BraveNewwWorld, como co-colaboración artística y transdisciplinar, aborda desde sus inicios la intimidad del espacio teatral a través del lenguaje interactivo del videojuego, para extender el espacio performático.
La gran migración durante el COVID levantó preguntas sobre los prejuicios que tenemos acerca de la “presencialidad” y movilización de afectos en la web. Particularmente, desde las artes escénicas existe un sesgo enorme basado en la percepción de que el espacio digital no tiene realmente la capacidad de crear intimidad entre sus actores y les espectadores. Resulta urgente cuestionar esto.
BNW brinda nuevas posibilidades de narración que invitan a todo tipo de oyentes, buscando al mismo tiempo ampliar la idea de otredad, al centrarse en discursos y cuerpes considerados “otres”. El Internet y los espacios numéricos, entendidos aquí como espacios de indisciplina y disidencia, siempre han proporcionado a estes cuerpes la posibilidad de pensarse por fuera de una forma física, extenderse a formas digitales y realidades aumentadas: salas de chat, avatares, videojuegos… Cada una de estas iteraciones del yo y del otre son la confirmación de que podemos existir más allá de nuestros caparazones físicos. Esta porosidad URL/IRL nos brinda una posibilidad de construir nuestras identidades, de convertirnos en un error en las estructuras hegemónicas, de ser múltiples, de reinventarnos una y otra vez.
En el marco de Lingering Bodies/Cuerpos Persistentes–caos y carne digital–, BNW propone una experiencia de gran formato y hace una invitación a replantearnos nuestra relación con y hacia nuestras prisiones de carne (físicas y/o digitales), sean estas la propia o la de alguien más. Esta narración interactiva, segmentada en capítulos | Unknown Flowers | Oferenda | Ritual | Cuerpx Cero |, aborda nociones de deseo, lenguaje y corporeidad, junto con las transacciones que les atraviesan. Los capítulos, escalonados y presentados a lo largo de las seis semanas de duración de la exposición, vienen acompañados de una serie de activaciones (condensaciones) llevadas a cabo entre les artistas de BNW y algunes de les integrantes de Espacio Comunal.
Al ascender por la escalera ubicada en la entrada del espacio expositivo, les espectadores ingresarán al fantasma de un teatro donde hay una proyección del videojuego de BNW y la estación gamer que permite su navegación. Adelante está la reconstrucción escueta y metafórica de lo que una vez fue una gradería: las sillas de un teatro que se enfrentan a un escenario que hoy día no cumple necesariamente esa función.
A dicho fantasma arquitectónico, ahora, lo habita y recorre un volumen frío y filoso, serpenteante e inmovil, compuesto por estrellas de cemento.Las estrellas aquí no son fuente de luz sino de oscuridad, no resaltan por su brillo sino por el filo de sus puntas. Tal volumen, surge de la imagen sonora de un látigo del que penden cientos de pentagramas, agitándose en el cielo, para caer a manera de azote, de castigo. Un gesto contundente que yace en reposo y suscita múltiples polaridades. La Carne evoca un cuerpe desnude, un esqueleto, una armadura de piel muerta, de astros sin luz que se apelmazan los unos sobre los otros.
Ambas postulaciones (BNW y La Carne), apelan por una presencia mediada por el tacto y la fragilidad, aún cuando vienen en formas violentas o en materiales robustos. Los objetos de Pablo buscan ser usados para disrumpir y vulnerar la piel, esa interfaz carnuda que media y contiene nuestra experiencia en el mundo. Así, una suerte de herida hipersensible/amorfa/profunda, se cura a sí misma a través de la contemplación de estados extremos: la languidez y la rigidez.
En el espacio descansa una herramienta bélica, cuya empuñadura implica, al mismo tiempo, la adoración y el castigo. En este caso, el látigo de Pablo, permanece inmóvil, despojado de su uso, de su función de hacer herida. Un respiro, del castigo y la defensa, en un espacio en donde esos objetos que producen heridas en la piel siguen presentes, pero su infuncionalidad abre caminos a otras maneras de estar en el mundo y en les cuerpes.
