Semana 402_this is perfect, perfect, perfect
this is perfect, perfect, perfect
〰️
this is perfect, perfect, perfect 〰️
con obra de Alice Brygo, Aram Bartholl, [Canceló su participación] Avril Corroon, Jenkin van Zyl, Juan Obando y Yoshua Okón, Laura Lulika, Luke van Gelderen, Maria Guta y Lauren Huret, Ndayé Kouagou, Noura Tafeche y Sungsil Ryu
en Kunstraum Kreuzberg/Bethanien
parte del programa de transmediale 24
Fotografías por Luca Girardini
En plataformas en las que cualquiera puede tener voz, y en una época en la que cualquiera puede ser una estrella, nuestro apego y dependencia del contenido de nuestras pantallas nunca han sido tan reales. Desplazarse, deslizar y hacer clic -fundamentales para nuestro día a día- ejercen la presión política perfecta y crean la narrativa política perfecta. Todo ello mientras nos hacemos el selfie perfecto.
Tomando como punto de partida un vídeo viral ya extinto, This is perfect, perfect, perfect explora cómo la búsqueda incesante de la atención digital y la monetización de los contenidos han transformado la forma en que consumimos, percibimos y nos relacionamos con el mundo que nos rodea. La distracción, que antes era una consecuencia, se ha convertido en un elemento central de nuestras realidades mediadas por algoritmos, configurando el lenguaje, las identidades, el comportamiento y la acción. Pero, ¿cómo actúa la huella emocional y medioambiental de la distracción al servicio del status quo y configura la dinámica de poder que nos rodea?
El contenido está en todas partes. El contenido es la reina. El contenido es un flujo incesante de vergüenza corporativa, masculinidad tóxica, narrativas del Estado-nación, propaganda de guerra cutificada, consejos de salud holísticos, cuerpos sexualizados y basura. Los dormitorios actúan como estudios, los baños son escenarios y las aspiraciones se mezclan con la propaganda a través de ciclos de lógicas contradictorias de economías y emociones. La vida es cada vez más contenido, pero ¿consumimos contenido o el contenido nos consume?
Lxs artistas de la exposición se enfrentan a la forma en que se elaboran las historias, se vive el comercio y el interminable rastro de distracción, y desgranan esta superficie brillante y familiar, arañando nuestras pantallas en busca de respuestas, deconstruyendo las imágenes y narraciones hiperbólicas y sensacionalistas que se generan en ellas, así como las respuestas de lucha, huida o congelación que suscitan.