Introducción
Recuerdo claramente el momento en el que desarrollé un interés personal por el arte digital. Durante una clase de diseño arquitectónico en la universidad, uno de mis profesores afirmó que "la arquitectura de papel no es arquitectura" y que los dibujos digitales mucho menos lo eran. Esto me llevó a cuestionarme por qué no deberíamos explorar las visualizaciones digitales como espacios arquitectónicos. Después de todo, las herramientas digitales moldean el resultado y proporcionan un espacio propicio para la experimentación que no puede replicarse de otra manera.
Este interés me llevó al arte digital, especialmente aquel que desafía los estándares físicos a través del uso de la web. Me convencí de que internet es el primer desafío serio para la arquitectura, donde desarrolladorxs, artistas y el público en general han creado espacios para estar, ver, interactuar e incluso exhibir arte.
Aunque puede parecer abstracto definir lo que implica convertirse en una entidad digital, el arte digital se define comúnmente como el arte creado y/o exhibido utilizando tecnología digital. Engloba una amplia gama de técnicas, desde el hacktivismo hasta el net art y la visualización de datos, por mencionar algunos ejemplos.
En este ensayo, me centraré en obras basadas en lo digital que deben ser vistas en línea. No obstante, es importante tener en cuenta que el arte digital trasciende internet. Me referiré a aquellas piezas diseñadas para habitar en la web, compartidas en redes sociales y exhibidas en galerías/museos virtuales. Además, analizaré críticamente qué métodos de investigación son más apropiados para determinar el impacto y el éxito de las exhibiciones que presentan este tipo de obras.
Conceptos clave
El arte digital abarca todas las prácticas artísticas que utilizan herramientas digitales para su creación y/o presentación en un espacio de exhibición. Esto engloba una gran parte del arte producido después de la Segunda Guerra Mundial. Según Christiane Paul, curadora de nuevos medios en el Museo Whitney de Arte Estadounidense, el concepto de arte digital cobró fuerza a principios de la década de 1980 con el trabajo de artistas como Harold Cohen y Kenneth Snelson. Sin embargo, varios artistas ya experimentaban con herramientas tecnológicas desde la década de 1950, como el artista y matemático Ben Laposky.
Desde que comenzamos a interactuar cotidianamente con máquinas y dispositivos tecnológicos, las prácticas artísticas se han acercado a ellos hasta el punto en que están completamente inmersas en el circuito del arte contemporáneo. Esta idea se refleja en las declaraciones del artista Allan Kaprow, quien afirmaba que solo había dos tipos de artistas: aquellxs que se levantan y hacen arte, y aquellxs que se levantan y se preguntan "¿qué puede ser arte?". Lxs artistas digitales suelen pertenecer al segundo tipo, ya que buscan reinventar el arte a través del uso de herramientas tecnológicas y la creación de nuevos discursos. Esto es lo que más me interesa como curadora.
El arte digital adopta diversas formas y no se limita a una única técnica. En este ensayo, me referiré específicamente a piezas completamente virtuales que pueden clasificarse en áreas como el hacktivismo, el arte con buscadores, el arte con software, la hipermedia/hipertexto, el código ASCII, el artivismo, el ciberperformance, el arte en redes sociales, el código creativo, el video, los gifs, la realidad virtual y la visualización de datos.
Por otro lado, el concepto de espacio puede aplicarse al universo en su conjunto o a un fragmento condensado de ciertas dimensiones. Para los fines de este ensayo, definiré el espacio siguiendo la lógica arquitectónica de Louis I. Kahn, quien afirmaba que "la arquitectura es la creación consciente de espacio. La renovación continua de la arquitectura proviene de modificar el concepto de espacio". Por lo tanto, el espacio se refiere a un fragmento tridimensional rodeado por elementos arquitectónicos. La arquitectura es la creación de espacio dentro del espacio.
Actualmente, vivimos en la delgada línea que separa el espacio en línea y el espacio offline. Ambos son igualmente reales, como sostiene Nathan Jurgenson, ya que nuestras acciones y palabras en ambos espacios tienen consecuencias que nos afectan directamente y pueden impactar a quienes nos rodean. La vida en línea y la vida fuera de línea son complementarias.
Temas centrales
Me interesa profundamente el desarrollo de exposiciones de arte digital que sean conscientes y adecuadas para estas prácticas. Para lograrlo, es necesario investigar las diferentes formas de gestionar una exposición de este tipo. Una de las preguntas principales que surge es:
¿cuál es el espacio ideal para una exposición de arte digital?, ¿debería ser en línea, en un espacio físico o en ambos? y ¿por qué?
La respuesta a estas preguntas determina el enfoque curatorial que se debe adoptar para la exposición, ya que los requisitos para cada opción son muy distintos.
Es crucial abordar los problemas curatoriales que rodean la producción digital, no solo porque el arte continúa arraigándose en estas áreas, sino también porque su impacto depende en gran medida de la interacción que genera con la audiencia. Como curadorxs, debemos ser capaces de entablar conversaciones sobre estos temas y proponer soluciones inteligentes que sean benéficas para mostrar este tipo de prácticas y crear experiencias significativas para quienes participan en ellas. El curadorx actúa como unx traductorx entre lx artista y lx espectadorx, por lo que debe ser capaz de desarrollar exposiciones que fomenten el diálogo entre ellxs.
Para abordar estas preguntas y desarrollar proyectos de este tipo, investigaré varias soluciones que se han utilizado para exhibir obras de arte digital en espacios expositivos.
Interpretación
Para desarrollar una metodología de investigación, considero importante utilizar tanto aspectos cualitativos como cuantitativos para comprender y tener un impacto positivo en el entorno que rodea a las exposiciones de arte digital. Siguiendo los patrones de investigación de Hito Steyerl, dividiré la investigación en tres áreas: audiencias y redes sociales, interacción con la obra y retroalimentación después de la exposición.
Para hacer la investigación accesible, propongo seleccionar tres ejemplos de la misma categoría: una exposición en línea, una exposición física y una exposición que utilice ambos recursos. Es esencial identificar las instituciones líderes en el desarrollo de este tipo de exposiciones, como el Museo Whitney de Arte Estadounidense, Panther Modern, Whitechapel Gallery, O-Fluxo, Barbican Centre, Institution of Contemporary Arts London, TRANSFER gallery, Vngravity, 15 folds gallery y Off Site Project, y elegir muestras de sus exposiciones de arte digital.
Para la primera categoría, audiencia y redes sociales, es interesante obtener datos cuantitativos. Se puede realizar una muestra y utilizar encuestas para determinar cuántas personas ingresaron a la exposición y cuánto tiempo pasaron en ella. En el caso de las exposiciones en línea, puede ser necesario contactar a la galería para obtener datos de análisis. Luego, se puede visualizar estos datos utilizando una plataforma como GraphCommons para filtrar los resultados y obtener datos concretos sobre la asistencia de espectadorxs y la duración de su visita. Este análisis estadístico proporcionará información para evaluar el crecimiento de la exposición.
En cuanto a la cuantificación en redes sociales, se pueden medir aspectos como "me gusta", retuits, comentarios y otras interacciones en plataformas como Facebook, Twitter e Instagram, así como utilizar análisis proporcionados por buscadores como Google para buscar artículos y críticas en revistas, periódicos y plataformas virtuales que compartan información sobre estas exposiciones. Para esto, es necesario convertirse en unx observadorx directx de las redes sociales de la galería seleccionada y realizar una observación detallada durante los días elegidos como muestra.
Los desafíos que pueden surgir al utilizar encuestas como método principal para obtener datos sobre la asistencia y el tiempo que lxs espectadorxs pasan en la exposición son que los resultados pueden depender de los días seleccionados para la investigación, lo que puede afectar la confiabilidad de los datos. Además, puede resultar complicado obtener permisos para realizar el análisis en línea, especialmente si las exposiciones no alcanzan el éxito esperado y la galería/museo no desea compartir esa información.
Asimismo, se requiere organizar un equipo para realizar las encuestas y obtener los permisos necesarios, así como captar la atención de lxs visitantes para participar en el ejercicio. En cuanto a la observación directa, es necesario desarrollar una estrategia para interpretar el nivel de interés según los resultados, lo que implica crear un sistema numérico que evalúe los comentarios, los "me gusta", los retuits, etc., de manera diferenciada, ya que no todos tienen el mismo significado en términos de interacción con la exposición.
Para la segunda categoría, interacción con la obra, se puede utilizar la misma muestra que en el ejercicio anterior, pero esta vez se debe adoptar un enfoque cualitativo. Propongo realizar entrevistas no estructuradas como método, ya que pueden proporcionar información detallada sin perder ningún detalle importante. Estas entrevistas implicarán interactuar directamente con individuos seleccionados al azar, y se pueden utilizar preguntas guía para indagar sobre cómo interactuaron con la obra y cómo las decisiones curatoriales influyeron en esa interacción. Se debe establecer un diálogo abierto que permita explorar el tema en profundidad. En el caso de las exposiciones en línea, las entrevistas se pueden realizar a través de medios como Skype para mantener la misma fluidez en la conversación. Sin embargo, el método seguirá siendo el mismo para ambas exposiciones. Medir el nivel de participación de cada espectadorx entrevistadx puede ser difícil en términos de cómo se acercan a la obra y cómo los métodos curatoriales fueron exitosos. Por lo tanto, las preguntas iniciales serán fundamentales para establecer el terreno adecuado y deben diseñarse específicamente para cada exposición investigada.
Los problemas que pueden surgir al utilizar entrevistas no estructuradas para investigar la interacción de la audiencia con la obra son que las preguntas iniciales establecerán el tono de toda la conversación, por lo que si no son efectivas, se verá comprometida toda la entrevista. Además, puede resultar difícil expresar con palabras la relación e interacción de lxs visitantes con la obra. Si lxs entrevistadxs no están familiarizadxs con la terminología utilizada en la conversación, muchas de sus respuestas podrían perderse en la traducción de datos. Sin embargo, los resultados pueden proporcionar una amplia gama de perspectivas, lo que puede ser complicado de interpretar al momento de crear conclusiones.
Para la tercera categoría, retroalimentación después de la exposición, es necesario esperar hasta que las exposiciones seleccionadas hayan finalizado. Propongo utilizar el método de observación participativa para sumergirse en los espacios de exhibición después de las exposiciones y observar si la audiencia siente la necesidad de generar diálogos posteriores a la exposición. Para ello, se deben recopilar archivos y documentación de la exposición, como catálogos, libros, videos, etc., y buscar activamente eventos basados en la exposición, como simposios, talleres o conferencias donde lxs artistas, curadorxs y gestorxs sean invitadxs a hablar a profundidad sobre la exposición o temas relacionados.
Además, se sugiere realizar grupos focales con miembros de la audiencia de estos eventos, así como un grupo de artistas participantes en los tres tipos de exposiciones investigadas (en línea, en un espacio físico y en ambos espacios) para obtener datos a través de debates y la interacción dinámica entre los participantes (Morgan 2003). Esto permitirá generar conclusiones sobre el enfoque curatorial de las exposiciones y recopilar opiniones sobre cómo se sugiere que el arte basado en lo digital sea exhibido y por qué.
Los posibles desafíos al llevar a cabo esta investigación utilizando el método de observación participativa son que puede resultar complicado seguir todas las actividades relacionadas con estas exposiciones, especialmente si se superponen. Medir la retroalimentación y el impacto en la sociedad puede ser subjetivo, ya que se necesita seleccionar un grupo muy específico de participantes y, a menudo, se requiere cierta distancia para comprender el impacto a largo plazo.
Por lo tanto, una solución podría ser utilizar exposiciones pasadas para realizar esta investigación. Sin embargo, dado que muchas galerías en línea son relativamente nuevas, con menos de una década de actividad, y suelen ser visitadas por una audiencia muy específica (principalmente personas de entre 18 y 40 años, interesadas en las artes y con acceso a Internet), la audiencia puede variar mucho y no se podrá obtener una imagen completa de toda la comunidad. En cuanto al grupo focal, los desafíos son similares, pero la solución no es tan sencilla, ya que puede resultar complicado encontrar a personas que hayan asistido a exposiciones relevantes, especialmente si estas ocurrieron hace tiempo. Incluso si logramos encontrar a estxs participantes, se necesitará un número adecuado que recuerde los detalles de las exposiciones en cuestión. Por otro lado, si decidimos utilizar exposiciones recientes para esta parte del estudio, la observación de actividades y la recopilación de archivos pueden no coincidir con los resultados del grupo focal, lo que podría resultar inútil. También es posible que sea complicado reunir a un grupo de artistas que hayan participado en las tres muestras, especialmente si se encuentran en diferentes ubicaciones. Sin embargo, una solución podría ser realizar estas actividades en línea, aunque debemos asegurarnos de que se genere la interacción y el debate necesarios para obtener resultados óptimos.
Considero que al dividir la investigación en tres áreas, se facilita su desarrollo. Para la primera categoría, los métodos solo serán útiles si se obtiene el permiso de los espacios de exposición, por lo que eso debe ser un factor a tener en cuenta al planificar la estrategia de investigación. En cuanto a la observación directa en redes sociales, es necesario crear una escala eficiente para medir la interacción en estas plataformas. Respecto a la segunda categoría, se puede abordar de manera exitosa mediante entrevistas no estructuradas, siempre y cuando se planifiquen las preguntas clave y se seleccione una muestra proporcional al tamaño de las exposiciones. Para la tercera categoría, podría considerarse únicamente el uso de grupos focales, ya que permiten un diálogo profundo que puede brindar información vital para el desarrollo de futuras propuestas curatoriales. Por último, llevar a cabo grupos focales con artistas de los tres tipos de exposiciones es extremadamente importante para comprender cómo perciben la exhibición de su obra en estos espacios.
Conclusión
Es posible abordar la curaduría de exposiciones de arte digital considerando el uso del espacio, tanto en línea como físico, y desarrollar una estrategia efectiva, atractiva, comprometida y consciente.
Los temas centrales relacionados con la exhibición de arte digital y su conexión con el espacio expositivo, así como la forma en que impacta a la audiencia a través de las decisiones curatoriales, se explorarán en profundidad mediante una investigación exhaustiva.
Para lograr esto, es necesario adoptar una metodología que nos permita obtener información directa tanto de los artistas como de la audiencia, con el objetivo de identificar problemas y buscar soluciones.
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