Semana 306_1 BioMedien - The Age of Media with Life-like Behavior
BioMedien - The Age of Media with Life-like Behavior
con obra de ::vtol::, Kees Aafjes, Refik Anadol, Artificial Nature (Haru Ji & Graham Wakefield), Giselle Beiguelman, Torsten Belschner, Samuel Bianchini, Frank Bierlein, Michel Bret, Ludger Brümmer, Daniel Canogar, Aristarkh Chernyshev, CITA – Centre for Information Technology and Architecture at the Royal Danish Academy of Fine Arts, Edmond Couchot, Stephanie Dinkins, Melissa Dubbin & Aaron S. Davidson, Anna Dumitriu, Jake Elwes, Justine Emard, Cécile B. Evans, Bernardo Fontes, Edo Fouilloux, Yves Gellie, Alexandra Daisy Ginsberg, Libby Heaney, Stephan Henrich, Katrin Hochschuh & Adam Donovan, Yannick Hofmann, intelligent.museum, Yasha Jain, Daria Jelonek, Nikolai Konstantinow, Bernd Lintermann, Christian Mio Loclair, Matthew Lutz, Hasan Mashni, Alex May, Bruno Moreschi, Mélodie Mousset, Alessia Nigretti, Gordon Pask, Špela Petrič, Sascha Pohflepp, Nina Rajcic & SensiLab, random international, Anna Ridler, Birk Schmithüsen, Alexander Schubert, Jeffrey Shaw, Maria Smigielska & Pierre Cutellic, Christa Sommerer & Laurent Mignonneau, Karl Sims, Jakob Kudsk Steensen, Martinus Suijkerbuijk, Maija Tammi, Universal Everything, Harm van den Dorpel, Jeroen van der Most, Peter van der Putten, Günter Weseler, Marco Zampella, Moph Zielke, Fabien Zocco.
proyectos de investigación por Beyond Matter, École polytechnique fédérale de Lausanne (EPFL), Festo SE & Co. KG, FZI Research Center for Information Technology, IBM Deutschland GmbH, intelligent.museum, KIT – Karlsruhe Institute of Technology.
curaduría por Peter Weibel, Sarah Donderer y Daria Mille
18.12.2021 – 28.08.2022
en ZKM | Center for Art and Media
¿Quién o qué define lo que está vivo y lo que es inteligente? ¿Pueden las formas de vida artificial ser empáticas? ¿Cómo es la cooperación entre seres humanos y agentes artificiales? ¿Qué cuestiones éticas se plantean? La exposición "BioMedia" invita a lxs visitantes a conocer y debatir posibles formas de convivencia entre formas de vida orgánicas y artificiales.
Durante siglos, el ser humano ha intentado crear máquinas que simularan la vida, desde los animatrónicos del siglo XVI hasta los dispositivos de imagen en movimiento anteriores al cine. En el siglo XIX se inició la era de las máquinas de movimiento basadas en ruedas, por ejemplo, bicicletas, coches y trenes. Esta tecnología basada en las ruedas dio paso a la imagen en movimiento, a la cinematografía, a la ilusión de movimiento en el siglo XX. Una imagen que podía imitar realmente el movimiento fue un paso radical hacia la simulación de la vida, porque hasta entonces, desde la pintura hasta la fotografía, las imágenes habían sido de naturaleza estática.
Con el desarrollo del cine en color y sonoro, nos hemos acercado a la imitación de la vida: las personas, los animales y los objetos pueden ser captados o animados por la tecnología de la cámara con "alta fidelidad" a su acción locomotora, sus movimientos, conversaciones y expresiones. La transición de la máquina en movimiento a la imagen en movimiento es visualmente evidente.
En el siglo XXI, la idea de que los medios de comunicación simulen la vida se vuelve aún más realista: el movimiento real y la relación entrada-salida, que llamamos "interactividad participativa", son muy parecidos a un organismo vivo que responde y se ajusta a las acciones de los seres vivos o del entorno. Empezando por la simulación del movimiento y progresando hasta el arte cinético y la teoría cibernética, la simulación de la vida y de los sistemas vitales mediante la inteligencia artificial y las tecnologías generativas han llevado a la humanidad del siglo XXI a contar con las máquinas a un nivel existencial.
Esto ha sido posible en tres pasos: virtualidad, variabilidad y viabilidad. A partir de cada nuevo desarrollo, la virtualidad de las imágenes fotográficas sentó las bases para que los sistemas electrónicos virtuales produzcan, procesen y almacenen imágenes digitales. La virtualidad del almacenamiento de medios en los sistemas electrónicos permite la variabilidad y versatilidad del contenido de las imágenes, lo que a su vez introduce la viabilidad del comportamiento de las mismas.
Los sistemas mediáticos transgreden la simulación del movimiento y simulan muchos aspectos de los organismos vivos, de la vida, desde la inteligencia hasta la empatía. Es este comportamiento, es decir, los medios de comunicación, que exhiben acciones similares a la vida, lo que llamamos BioMedia o medios biomiméticos.
La exposición investiga diferentes formas de agentes y entornos artificiales, así como su comportamiento e interacciones con otras entidades dentro de los ecosistemas híbridos contemporáneos. Algunos de estos agentes son sistemas digitales generados y simulados por computadora que evolucionan en una pantalla, mientras que otros incluyen complejos robots adaptativos que tienen presencia física en el espacio y pueden manifestar la biomimesis como mecanismos de búsqueda, inteligencia de enjambre, autoconservación, etc. Sin embargo, imitan, demuestran y simulan un comportamiento similar al de la vida respondiendo a los estímulos de forma imprevisible. Los agentes artificiales que se muestran en esta exposición suscitan preguntas sobre la vida no orgánica autosostenida al presentar su capacidad de interactuar entre sí y con seres humanos y no humanos por igual, como imágenes bidimensionales, objetos tridimensionales y modelos cuánticos multidimensionales. Son estos sistemas dinámicos en la intersección del arte y la ciencia los que la exposición explora tanto en términos de sus posibles aplicaciones en la vida real como en su calidad para alimentar nuestra imaginación.
BioMedia ofrece una visión de los posibles modos de cohabitación con formas de vida artificial. De este modo, la existencia de vida orgánica y agentes artificiales no se excluyen mutuamente. En lugar de pensar en términos competitivos o antagónicos, BioMedia propone imaginar nuestra relación con los agentes artificiales en múltiples vertientes de interdependencia. Es necesario investigar nuevas metodologías e ideologías para responder a la pregunta de cómo podemos mejorar y sostener la vida en una alianza de entidades tecnológicas humanas y más-que-humanas - en particular con respecto al telón de fondo de la profunda crisis ecológica, la extinción masiva y la catástrofe climática provocada por el hombre.
Utilizando un enfoque biofílico para abarcar la diversidad de la vida en el planeta, esta exposición propone incluir no sólo la vida basada en el carbono, sino también las formas de vida inorgánica en la red del ecosistema natural y las relaciones sociales, cuestionando así las taxonomías desarrolladas en las ciencias naturales y el aislamiento de las diferentes ramas de las ciencias y las artes. La comunidad del futuro acogerá a los seres artificiales como parte de un sistema de redes, relaciones y vínculos entre diferentes disciplinas, con el fin de abordar cuestiones urgentes y fomentar nuevas soluciones. Los agentes artificiales también podrían asumir el papel de guías, reguladores, cocreadores, acompañantes y cuidadores en estas comunidades.
En un momento en que existe una amenaza existencial para nuestro planeta vivo, la búsqueda de nuevos conceptos y definiciones de la vida se ha convertido en algo más que una empresa filosófica, se ha convertido en una responsabilidad con la vida misma.