Semana 346_1 Fake It Real
Fake it Real
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Fake it Real 〰️
con obra de ARK (Louis Braddock Clarke, Roosje Klap, Arran Lyon, Senka Milutinović, Teoniki Rożynek, Valentin Vogelmann, Zuzanna Zgierska), The Yes Men, Haseeb Ahmed, Warren Neidich, Yi-Shan SHIH, Che-Yu HSU, Jiun-Ting LAI, Shang-Yang WU, Chih-Ting KUO, Land-mountain.land y Pin-Yu Wu
curaduría por Hsiang-Yun Huang
en National Taiwan Science Education Center & Digital Art Center, Taipei
parte del 17th Digital Art Festival Taipei
¿Eres el tipo de persona que empieza a mirar y usar su teléfono recién al despertar? ¿Somos realmente nosotrxs lxs que miramos nuestros teléfonos, o son en realidad nuestros dispositivos los que nos miran? ¿Somos merxs receptorxs pasivxs de información o tenemos el poder de elegir la información que queremos ver? Ante la información omnipresente pero siempre cambiante, y noticias ruidosas cuya autenticidad es difícil de verificar, ¿tienen nuestros cerebros suficiente "espacio de almacenamiento" para absorberlas y hacer el juicio correcto?
¿Verdadero o falso? -Una pregunta difícil de responder en la era de la posverdad
En la era de la globalización digital, recibir información fragmentada y noticias abrumadoras ya forma parte de nuestra vida cotidiana. En el caótico mar de la información, en el que se generan constantemente noticias, siempre podemos encontrar "pruebas" que apoyen ambos lados de cualquier argumento. Sin embargo, con demasiada frecuencia elegimos alinearnos con nuestras creencias. Pasamos largas horas con nuestros teléfonos, pero no encontramos tiempo para comprobar los hechos. Este fenómeno significa que nos enfrentamos a los retos de la era de la "posverdad", en la que, en comparación con los hechos verificados, la información que evoca emociones subjetivas y se vincula con las creencias personales tiene un mayor impacto en la opinión pública. De hecho, las noticias falsas que estimulan las emociones y sirven a ideologías específicas a veces se difunden incluso más rápido que las noticias que han sido verificadas.
Vistas de exposición. Digital Art Festival Taipei 2022. Fotografías por Chong Kok-Yew.
La desinformación viral en línea se infiltra en el mundo real
Aunque las noticias falsas y la desinformación no son un fenómeno social atribuible únicamente a la época contemporánea, el auge de las plataformas en línea y las redes sociales ha acelerado y ampliado la transmisión y el alcance de las noticias falsas, convirtiendo la propia información en una especie de arma política. En 2016, antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, Edgar Maddison Welch disparó un arma en una pizzería tras caer en la conspiración del "Pizzagate", creyendo que la pizzería era una tapadera de una red de abusos sexuales a menores. En 2018, el director general de la sucursal de Osaka de la Oficina Económica y Cultural de Taipei se suicidó, lo que se cree que está relacionado con la presión pública a raíz de las noticias falsas atribuibles a las tensiones políticas entre China y Taiwán. Sin embargo, si sólo leemos las noticias, es posible que nunca sepamos la verdadera causa. Estos incidentes nos hicieron ver claramente cómo las noticias falsas en Internet pueden infiltrarse en nuestra vida cotidiana.
Control de la información y filtro burbuja/cámara de eco en la sociedad de Internet y el capitalismo global
Sin embargo, ¿quién produce y difunde la información? y ¿quién controla los canales de comunicación por los que fluye la información? Cuando navegamos por las redes sociales, todas las publicaciones que vemos son el resultado de algoritmos de filtrado, lo que hace que estemos fácilmente sujetxs a la información que hemos visto antes y que caigamos en nuestra propia zona de confort o filtro burbuja/cámara de eco. Sin que nos demos cuenta, nuestros gustos y el contenido de nuestras publicaciones son registrados por las computadoras, convirtiéndose en datos útiles sobre las preferencias de lxs consumidorxs para las notificaciones de publicidad dirigida. Además, las personas con malas intenciones también podrían hacer uso de estos datos para enviar noticias falsas personalizadas al público objetivo.
Vistas de exposición. Digital Art Festival Taipei 2022. Fotografías por Chong Kok-Yew.
La verdad fragmentada: cuando una información falsa se ha considerado durante mucho tiempo como verdadera, la línea que separa a ambas empieza a difuminarse
En el mundo online, cada persona puede extraer trozos de información de diferentes fuentes, reorganizarlos, añadir exageraciones y adornos, volver a empaquetarlos en una verdad aparentemente competitiva y enviarla de nuevo. Las verdades que sostenemos son posiblemente el producto deliberado de los algoritmos de las plataformas, el big data y las inteligencias artificiales, o han sido moldeadas por los partidos políticos o las empresas a través de las plataformas. Los mecanismos de producción de estas "verdades" incluyen una variedad de estructuras tecnológicas digitales y módulos de información de las computadoras y máquinas, detrás de los cuales se esconden competencias capitalistas de poder entre diferentes grupos de interés, a menudo incrustados en la lucha política del capitalismo global. Debajo de todas estas capas de envoltura, ¿es posible que conozcamos realmente la verdad absoluta y objetiva? ¿O tal vez, no existe "la Verdad"?
El poder de la revuelta: Fake it Real
En 2022, el Digital Art Festival Taipei-Fake it Real expone obras que exploran los procesos de "difusión de la información" y "producción de la verdad" en Internet en una sociedad globalizada y capitalista. Las obras demuestran una aguda comprensión y una profunda reflexión sobre esta sociedad, abordando los siguientes temas: el descubrimiento de la producción de noticias falsas, la creación de noticias falsas hechas por uno mismo, la crítica de la relación entre las herramientas digitales y sus efectos en la recepción y el almacenamiento de la información, y la creación de algoritmos alternativos diferentes a los de los medios sociales existentes. La exposición trata de resistir contra la estructura informativa actual y descubrir una nueva forma de enfrentarse al torrente de información.