Semana 298_1 Cuánto tiempo lleva todo esto derramándose sin desbordarse
Cuánto tiempo lleva todo esto derramándose sin desbordarse
una exposición retrocolectiva de Ricardo Domínguez
Curaduría por Doreen A. Ríos
Zona Hipermedial, Centro de Cultura Digital
Disponible aquí
Todas las máquinas, son máquinas para viajar en el tiempo.
La condición social actual existe en un estado líquido. Los marcadores de estabilidad de los siglos pasados han caído en el agujero negro del escepticismo, disolviendo la identificación situada de sujeto u objeto. El sentido fluye simultáneamente a través de un proceso de proliferación y condensación, a la vez que se desliza hacia las contradicciones del apocalipsis y la utopía.
El lugar del poder -y el de la resistencia- descansa en una zona ambigua, sin fronteras. ¿Cómo podría ser de otro modo cuando el poder fluye en la transición entre dinámicas nómadas y estructuras sedentarias, entre la hipervelocidad y la hiperinercia?
Las últimas décadas se han caracterizado por la inminente digitalización (e instrumentalización) de la vida. Y es justo en esta arquitectura virtual donde se ha creado una nueva geografía de relaciones de poder: personas reducidas a datos, hipervigilancia a escala global, mentes fundidas en una realidad en pantalla y un autoritarismo que emerge de las grietas de las noticias falsas. Los medios digitales son, simultáneamente:
dispositivos sociales clave + herramientas de comunicación omnipresente + infraestructura estratégica + mediadores del condicionamiento de la conducta
Sin embargo, también aquí es donde se ha abierto un espacio para la resistencia guiada por el pensamiento transversal que hace/piensa/actúa con lxs otrxs.
La primera vez que escuché acerca de los medios tácticos[1] fue hacia el 2015. Recuerdo haber leído al respecto navegando la Antología de Net Art de Rhizome y, hasta ese momento, jamás se me había cruzado la idea de que era posible fusionar al arte con el activismo, el internet, la poesía, el performance y el hacking en un solo espacio. Al abrirme paso por el tema descubrí el trabajo del Electronic Disturbance Theater y, con él, el trabajo de Ricardo Domínguez.
El cuerpo de obra de Domínguez, además de estar alojado en diversos espacios de la realidad, es un continuo vaivén entre:
cuerpo / colectividad poesía / código
dentro de la pantalla / fuera de la pantalla arte útil / arte no utilitario
caminata / ocupación protesta / performance
Este ejercicio curatorial explora los espacios intermedios de estas capas para conectarlos con su contexto histórico y estético a la vez que, tomando prestada la idea del gesto retrocolectivo de Mónica Mayer[2], conecta los nodos de regreso con una práctica situada, siempre desde la colectividad radical. Aquí invocamos al Electronic Disturbance Theater, al Critical Art Ensemble, a The Thing, al UC Center for Drone Policy and Ethics al *particle group*, a Fakeshop, entre (muchxs) otrxs para trazar varios puntos de partida.
Al habitar simultáneamente internet y el espacio lejos del teclado, esta exposición es una línea del tiempo, un camino que se bifurca innumerables veces, una expedición a las ruinas de diversos sitios web, una carta abierta a las nuevas generaciones de internautas, y un escritorio navegable para esta red que somos todxs.
[1] Los medios tácticos son usualmente definidos como producciones mediáticas de disidencia colectivas e independientes, desarrolladas por lxs mismxs usuarixs utilizando tecnologías accesibles. (Boler, 2008)
[2] Término adoptado de la exposición Si tiene dudas… pregunte, que se llevó a cabo en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo hacia el 2016 y que incorporó una amplia gama de producción, tanto del individual de Mónica Mayer como en colaboración con otrxs artistas y diversos públicos—incluyendo muchos aspectos poco conocidos entre el público general e incluso el público especializado--,y replantea aspectos medulares de la lectura del arte contemporáneo mexicano a partir de su consideración.